¡Muy buenas, querido lector! Hoy vamos a hablar de los productos estructurados que son, entre otros tantos, algo fundamental para entender la economía. Veremos en esta entrada de blog qué son, cómo funcionan, sus tipos y algunos ejemplos de productos estructurados. Y también por último pero no por ello menos importante, sus riesgos, algo de lo que es fundamental tener conocimiento. Un producto estructurado es algo tan simple como la combinación de varios instrumentos que forman un paquete o estructura indivisible. Actualmente no son comunes (nunca lo han sido como tal) pero se utilizan bastante en entidades financieras.
Cómo funcionan los productos estructurados
Vamos a ver ahora productos estructurados como funcionan. Como se ha dicho, un producto estructurado es la combinación de varios instrumentos que forman una estructura invisible y única. Ahora, esta estructura está formada por derivados cuyo valor, como bien recordaréis, está referenciado y evoluciona por su activo subyacente, a lo que se añade otros productos o instrumentos. Este activo subyacente es lo que condiciona la rentabilidad/riesgo. Siendo esta rentabilidad fija o variable.
Lo más común en este caso es un producto de renta fija a lo que se añade un derivado (o más). El activo subyacente condiciona la rentabilidad del producto estructurado, por ejemplo, si es un acción del Santander, su evolución lastrará o verá beneficiado los productos estructurados adyacentes.
Tipos de productos estructurados
Los tipos de productos estructurados son en total dos clasificándolos por nivel de riesgo:
El primero son productos estructurados con garantía de recuperar el capital a vencimiento. Estos son los que devuelven el 100% de la inversión inicial en una fecha determinada (a vencimiento). Son, por ejemplo, los depósitos estructurados. Estos están regulados por el Banco de España.
Los que tienen riesgo son los que no tienen garantía de capital a vencimiento y la devolución dependerá de la evolución del activo subyacente. Estos son regulados por la CMNV.
Ahora, según el formato usado a la hora de emitir podemos hablar de: depósitos estructurados, fondos, contratos financieros o bonos estructurados.
Ejemplos de productos estructurados
Algunos productos estructurados ejemplos son los ya comentados pero además vamos a ver un par más. Están los bonos estructurados, depósitos estructurados, fondos garantizados, warrants estructurados (opciones de compra), fondos no garantizados, seguros financieros y fondos estructurados.
La rentabilidad depende de su tipo de interés, la volatilidad y las comisiones que se lleva el intermediario. Esta primera característica indica que si los tipos son muy altos habrá más dinero disponible para comprar. La volatilidad hace que se encarezca esta opción. Y por último, la comisión del intermediario, dependerá del interés fijado (o variable) a vencimiento.
Ventajas de invertir en productos estructurados
Hay que recordar que son complejos pero una de las productos estructurados ventajas que tiene estos instrumentos es que permite a los ahorradores tener más alternativas para diversificar y optimizar su ahorro. Otro punto muy a favor es la flexibilidad que tiene (horizonte temporal y la capacidad para configurarlo) ya que se puede ajustar el riesgo, cuáles son los subyecentes, el plazo, etc…
Riesgos de los productos estructurados
Como siempre cada inversión depende del binomio rentabilidad-riesgo. Lo bueno es que hay formas de mitigar los riesgos. En este caso los productos estructurados riesgos se pueden reducir mediante inversión en renta fija, entre otros.
Bueno, ¡esto ha sido todo por hoy! Esperemos que os sirva y hayáis aprendido sobre productos estructurados que son fundamentales para entender la economía a nivel micro y macro.
Para cualquier consulta o duda, puedes resolverla hablando con alguno de nuestros asesores financieros. Estamos a tiro de llamada.
A ti, lector, gracias por tu tiempo.
Un saludo